RUTA SIERRA DEL MAIMÓN
2 de noviembre de 2021

BREVE COMENTARIO SOBRE LA RUTA.
Iniciamos la ruta desde cerca del Castillo de Vélez Blanco por una pista forestal hasta llegar al Cortijo del Peral y al Mirador del Puerto del Peral. Por una senda llegamos cerca del geodésico del Maimón Grande y regresamos sendero abajo por la rambla Cruz del Pinar hasta el punto de origen.

IMÁGENES CAPTURADAS DURANTE EL RECORRIDO DE ESTA RUTA POR MARIO, MARÍA, AGUSTÍN AZNAR, AGUSTÍN SOLA Y PACO LOPEZ

IMÁGENES DE MARIO

IMÁGENES DE MARÍA

IMÁGENES DE AGUSTÍN AZNAR

IMÁGENES DE AGUSTÍN SOLA

IMÁGENES DE PACO LOPEZ

RECORRIDO Y PERFIL DE LA RUTA.

La palabra Maimón es un vocablo de origen semítico (relativo a los pueblos que se establecieron en Mesopotamia y Próximo Oriente con anterioridad al primer milenio antes de Cristo) y se encuentra tanto en hebreo como en árabe con el significado de suerte, fortuna o tesoro.
La Sierra de Maimón, está unida a la Sierra de María (1.505 m.) por el noroeste en el Puerto del Peral, aunque parece una continuación de la misma. Presenta dos brazos con orientación oeste-este, y en medio se encuentra el Barranco de la Cruz del Pinar que desciende hacia el vecino municipio de Vélez Rubio como Río Chico, el cual es a su vez afluente de la rambla de Chirivel, en su margen izquierda. A modo de herradura abierta hacia el este, destacan en el extremo superior, y siguiendo la herradura el Maimón Chico (1.305 m), el collado de la Buitrera (1.761m.) y el Maimón Grande (1.691 m).
Es una sobresaliente montaña que se yergue sobre la A92 camino de Granada sobre el caserío de Vélez-Rubio. Destaca especialmente el sector oriental con los Poyos de las Iglesias, un cresterío (lleno de crestas) rocoso de aspecto inaccesible cuyas paredes constituyen un excepcional terreno para la escalada.
Desde esta sierra se ve todo un amplio entorno que abarca desde el mar hasta las montañas del interior, los valles de ríos y ramblas, los núcleos de población dispuestos cerca de las vías naturales de comunicación para el control visual del territorio y sobre todo un amplio espacio árido, montañoso y despoblado que fue frontera durante más de 250 años entre los reinos de Granada y Castilla.
Su situación norteña le proporciona un clima que marca la diferencia con el resto de las comarcas almerienses en su vértice norte. El clima predominante es mediterráneo-continental con baja pluviosidad, quedando por debajo de los 600 mililitros y teniendo su mayor precipitación en primavera y otoño, dando lugar a fuertes avenidas cuando las lluvias son torrenciales.
La oscilación térmica es muy acusada, con temperaturas mínimas de hasta 18 grados bajo cero en invierno y máximas de 40 grados en verano.
Un 20% de la comarca es espacio protegido dentro del Parque Natural de la Sierra de María y Los Vélez.
Subir al alto vértice geodésico del Maimón, que se llega a través de una senda llamada Cuerda de los Quemados, es complicado por las empinadas cuestas llenas de graveras (yacimiento desde el que se extrae la grava) producidas por la erosión, por las crestas rocosas y por los arbustos espinosos donde abundan los maliciosos cojines de monja (también llamado “asiento del pastor”, es un arbusto perenne con multitud de ramas entrecruzadas que terminan en una espina punzante).
A media ladera buscamos el “ojo” o “arco” del Maimón, una curiosa y espectacular formación caliza que permite una visión enmarcada de las estribaciones de la Sierra de las Estancias flanqueando la vía de comunicación que lleva a Chirivel, llamada Vía Augusta.
Volviendo a subir por la pendiente, en la que existen muchas pedrizas, se llega a la cresta de la sierra, donde una senda conduce al vértice geodésico, desde el que sorprenden las vistas, a uno y otro lado, encontrándose las tierras de Almería con las poblaciones de María, Vélez Rubio y Vélez Blanco, destacando su espléndido castillo, construido entre los años 1506 y 1515, y que se convirtió en pieza clave de defensa para evitar el avance cristiano sobre la capital nazarita y acogido después como sede del marquesado. Al este se encuentra el Valle del Río Vélez y en el centro de éste un pequeño y significativo cerro donde se conservan los rojizos tapiales que configuran las murallas del Castillo de Xiquena.
Se ha escrito y leído mucho sobre el territorio fronterizo entre Lorca y Los Vélez durante los últimos siglos de la Edad Media, y se ha contemplado infinidad de veces la franja de dicho territorio configurada por el valle del Río Vélez y las sierras que lo flanquean desde los castillos de Tirieza y de Vélez Blanco. Pero subiendo a las cumbres de la Sierra del Maimón se comprenden mucho mejor las características de este espacio fronterizo.
Los primeros asentamientos atestiguados en la comarca datan del período Neolítico, del que quedan importantes muestras de arterupestre, y que son Patrimonio de la Humanidad, acumulando un tercio de todos los yacimientos de pinturas rupestres registradas en Andalucía. Una de las figuras es localizada en el Maimón Chico, dentro del Parque Natural y es tomada como símbolo de la provincia, con el nombre de Indalo. Esta llamativa y esquemática figura representa a un hombre con un semicírculo al que sujeta con los brazos estirados, dando lugar a varias interpretaciones sobre su significado.
Iberos, romanos, visigodos y musulmanes también dejarían su huella en esta Comarca, demostrando la importancia estratégica como lugar de paso.
Umbría significa que una parte del terreno o de un lugar está siempre en sombra por su orientación. La llamada Umbría del Maimón responde a estas características. Una gran parte de este paraje tiene una importante diversidad paisajística, con escarpes (vertiente de roca que corta el terreno de forma abrupta, con pendientes mayores de 45 grados) rocosos de caliza y antiguas repoblaciones de pinos, donde se aprecia humedad y frescor en comparación con la solana, mucho más árida, existiendo un amplio patrimonio cultural y natural.

LA LEYENDA DE LA SIERRA

En 1492 se decretó la expulsión de los judíos, quedando éstos obligados a abandonar los reinos de Castilla y de Aragón en un plazo de tres meses, con la prohibición de llevar consigo “ni bienes de oro y plata, ni moneda, ni otras cosas vedadas”. Así pues, debían malvender sus propiedades con la única opción del trueque. El provecho que debieron sacar sus vecinos cristianos no debió ser pequeño en tales circunstancias.
Pues bien, esta leyenda cuenta que muchos de los judíos obligados a abandonar sus tierras no se arriesgaron a perder el valor de sus bienes metálicos, para lo cual ocultaron sus tesoros en cuevas u otros lugares de difícil acceso con la esperanza de recuperarlos cuando las circunstancias fuesen más favorables y se les permitiese volver. (Ya había ocurrido en otras épocas: a un periodo de persecución le seguía una etapa de tolerancia y convivencia.) Pero esta vez se cerró el ciclo, no volvieron los judíos a pisar las españas, y sus tesoros quedaron enterrados.
Con el correr del tiempo, los azares del destino propiciaron que algunos de esos tesoros salieran a la luz gracias a los pastores que al refugiarse en alguna cueva veían un brillo en la oscuridad, descubriéndose los mismos, y para dejar memoria de tales hechos se bautizaron a estos lugares como “del tesoro” (el cerro, la cueva, el barranco,...), rescatando para ello la palabra en el idioma de los judíos, bien como burla a éstos, o como mera descripción de su origen.
La historia pudo haber ocurrido en estos lugares y haber sido transmitida por los moriscos de la zona, o quizá fue importada por los repobladores del siglo XVI que renombraron los accidentes geográficos con topónimos de sus tierras de origen. Sea como sea, quien bautizó al Maimón supo ver en este lugar el perfecto escenario para la leyenda.
Que existiera en algún momento el oro, que haya sido encontrado, o que se trate de un cuento ingenuo, es una incógnita.

FAUNA Y FLORA

El Parque Natural Sierra de María-Los Vélez se eleva entre las depresiones de Chirivel y Huéscar. Sus macizos agrestes integran un hermoso paisaje con relieves agrestes, bosques frondosos y cimas nevadas, que se alejan de la aridez que caracteriza el paisaje de la provincia de Almería.
En este territorio se han configurado 9 senderos de espectacular belleza para que los amantes de la flora y la fauna entren en contacto con la naturaleza y vivan momentos inolvidables.
Caminar por los senderos de este parque natural permite observar una isla verde de vegetación. El pinar de la Alfahuara, en concreto, alberga uno de los bosques mejor conservados de la provincia de Almería, el cual se conforma por masas tupidas de pino carrasco, pino laricio, encinas y otro arboles caducifolios.
Hay que destacar la presencia de especies exclusivas como la Centaurea de Sierra María o un impresionante ejemplar de Sabina Albar que se encuentra a 1600 metros de altitud y que ha sido declarado Monumento Natural.
Además de grandes extensiones cubierta de pinares, el parque natural de María-Los Vélez tiene sabinas, enebros y otros arbustos en las partes altas. Especial mención merecen dos especies que solo se hallan en esta reserva de biodiversidad: La Centaurea Mariana y la Sideritis Stachydioides.
Adicionalmente a toda la riqueza cultural e histórica, esta reserva natural se mantiene en un estado de conservación óptimo para dar vida y permitir el desarrollo de incontable vegetación, así como de una fauna variada que estableció en la sierra su hábitat natural.
El parque cuenta con el Centro de Recuperación de Especies Amenazadas de Las Almohallas, ubicado en el término de Vélez-Blanco, donde les brinda un refugio seguro a las especies en peligro, como es el caso de la tortuga mora.
A lo largo de la zona norte se asienta una colonia de cernícalo primilla, mientras que las poblaciones de rapaces tienen una presencia destacada. En las cumbres rocosas y en los bosques de pinos se han creado lugares seguros donde anidan el águila real, el búho real, el alcón peregrino, el azor, el gavilán y el águila calzada.
También aparecen dentro de la fauna el águila culebrera, el búho chico, la lechuza campestre y el autillo, junto a otros tipos de aves que vuelan libres y en armonía con la naturaleza.
Habitualmente se pueden observar mamíferos como la ardilla común europea, la comadreja, el gato montés, la gineta, el lirón careto, el jabalí, el tejón y el zorro rojo. Por su parte también se hallan reptiles como la culebra de escalera, el lagarto ocelado y la víbora de Lataste.
Todos estos animales constituyen una diversidad biológica notable que, sumada a la gran vegetación de la sierra, dota al parque de un gran atractivo natural- El Parque Natural de la Sierra de María-Los Vélez es un sitio mágico de punta a punta.


5 comentarios:

  1. Una magnífica sierra que a veces se vuelve inclemente por densas nieblas, fuertes vientos y granizadas intensas.

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  2. Ruta estupenda. El Maimón nunca defrauda. Tiene una gran belleza.

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  3. Una preciosa, un buen día para andar en un entorno maravilloso.

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  4. Espectacular ruta con unas vistas impresionantes y unos senderistas asombrosos y admirables

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